El país de las maravillas

Pues ya puedo decir que ya veo el final del túnel; mañana por la mañana tengo el último **** examen. No confío demasiado en aprobar. Mira dónde estoy ahora :D
Han sido unas semanas estresantes y me han pasado un montón de cosas que ahora que lo miro de lejos, parece que hace siglos de ello.

Mi hermano se ha venido a la capital a estudiar y lo tengo de okupa en casa; menudo elemento...no lava platos, come únicamente pizza y se queja de todo, me ha dejado el sofá-cama abierto para todo el fin de semana (y yo sola no puedo ponerlo en su sitio), me ha instalado cosas en el ordenador que no sé para qué sirven y que no me atrevo a tocar por si explotan o me cargo algo...y por supuesto, deja la tapa del WC abierta como si fuese una pecera. Qué se prepare para la semana que viene, que le enseñaré para qué sirve la fregona...

El otro día estuve en el messenger con mi nuevo amigo internauta (o eso pensaba yo), y después de flipar en colores con todas las sandeces que llegó a escribir en la pantalla y que me dejaron roja y boqueando como un pez, me suelta que es un amigo, que el chaval estaba en la ducha (uf, menos mal...con lo mono y tímido que se veía y me había caído estrepitosamente al suelo desde su pedestal). Aunque éste sabía muchas cosas de mí (interesante...) y ahora me adora, aunque más si no se lo cuento a su novia :P

¿Cómo se puede definir un día horrible? Creo que tengo todas la pautas: levántate pronto, ve a trabajar y espera que te envíen la información que te hace falta y cuando te canses de esperar, consigue que te den largas toooooooda la mañana, que no te cojan el teléfono o que te digan que jejejeje, se les había olvidado completamente. Mientras, como te aburres, conéctate al messenger e intenta contactar por segunda vez con la nueva adquisición, que te ignora vílmente por segunda vez (pero qué coño les pasa a los tíos de hoy en día??? Para qué te ha agregado pues?? Para aumentar el número de amigos o para enseñarte las súper fotos que ahí tiene?? Grrrr!).

Por la tarde, ve a hacer un examen, que te suspenderán en tus narices y que, mientras piensas "cállate, no lo digas...cierra la boca...no sigas", le dices al profesor de un tirón, que sus preguntas (que sabes y le recitas), están mal redactadas y por eso no has aprobado. Ole, y ole. Sí, yo solita. Con esta bocaza. Y el sábado tengo otro examen con ese indivíduo...

Y bueno, la parte buena es que mi amiguete de ahora sí-ahora no, creo que al final bajará a verme (bueno, tiene la intención, pero eso si tiene tiempo :P Pero qué repelús me dan...).

Estoy intentando estudiar, pero mi gata ha decidido que no me conviene y que mis apuntes son geniales para echar la siesta...y yo estoy más pendiente de si se conecta mi nuevo amiguete internauta que de las maravillas del primer plano y del plano general. Es el de la página de contactos, a quien al final le envié un par de mensajes, se rió de mis gracias (es que tengo un arte...) y me agregó al messenger. Y ayer incluso me envió un mensaje de esos comunitarios!! Pero no hay manera de contactar con él. Parece que juguemos al gato y al ratón (me pregunto quién es quién en este caso).