El país de las maravillas

Estos días he estado ocupada en muchas cosas (muchísimas): a mis intentos de encontrar un nuevo trabajo, seguir con los 2 viejos, intentar asistir a algunas de las clases del segundo ciclo al que me he matriculado y tener mi comuna hippie más o menos en orden, se han añadido nuevos alicientes a mi vida.
He pensado en escribir un libro o varios, no lo tengo claro y el tema sería algo así como mis vivencias personales en el piso, junto a mis variopintos compañeros. Cuando parece que todo vuelve a la normalidad, que podremos convivir en paz y harmonía, ocurre algo que consigue que esa aparente placidez se vaya al carajo.

Primero fue Jimmy, que dejó el trabajo de cocinero porqué el jefe no le quería hacer el contrato y tampoco quería pagarle. Después de unos días rarísimos en los cuales él salía a la calle con un cuchillo (uy, qué miedo!) y aseguraba que lo perseguían y vigilaban, consiguió por medio de Comisiones Obreras que le devolvieran el dinerillo.
Ahora se pasa el día encerrado en su cuarto mirando la tele y a nosotras, nos da mala espina porqué además, nos han desparecido cosas de la nevera y el cuarto (aunque nada de dinero).

Por otra parte, nos ha contado una historia rarísima del hermano de Marga: que si se droga, si es violento, si está enfadado con él, bla bla bla, y me ha metido en un lío porqué no sé qué coño le ha contado Jimmy pero ayer el tío este me echó una bronca del copón y me tachó de hipócrita. Y él otro me lo ha negado, igual como ha negado haber tocado nada de mi cuarto cuando yo sé que no es así. Ufffffff!

Y encima, Anna la nueva, se quiere ir a vivir con unos amigos y eso si que me jode porqué es "normal" y tendré que volver a mover el culo para buscar gente...
Bueno, acabo de llamar a ver si me solucionan lo del piso de protección oficial y me puedo largar con mi gato!!!

AAAAAAAAAAAAAAGGHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!