El país de las maravillas

Hoy han ocupado el autobús un montón de churumbeles que se iban a la piscina con el "casal" de su barrio, y como estaba rodeada he acabado hablando por los codos con ellos.

Primero me han llamado "señora", pero al final,y para que se vea mi gran capacidad de adaptación en el medio, hasta dudaban de que tuviera trabajo (ays, angelitos! Qué edad me han debido poner los pequeños monstruitos???). En cada parada me decían que se bajaban (y había unas cuantas...) y me han puesto al corriente de su vida y milagros; incluso me han enseñado sus bañadores y hemos comprobado que utilizábamos las mismas barras de Liposán!!! Vale, sí, lo reconozco públicamente: realmente tengo 6 años... Nuestra conversación ha estado plagada de expresiones como "guai", "uala" y "qué chulo" (y para eso mis padres se gastaron una pasta en coles de pago).

La verdad es que eran muy monos y cuando me he bajado, se han dedicado a decirme adiós desde la ventanilla hasta que les he perdido la pista.
Aunque creo que mi reloj biológico tiene todavía cuerda para rato.