viernes, febrero 13, 2004
tests
Esta última semana, mis amigos se han dedicado a enviarme por internet una serie de tests para comprobar cuánto los conozco.
Los colores que más les gustan son mi especialidad y el problema de las fechas lo supero rápidamente con la agenda; después tienes que recordar en qué momento se introdujeron en tu vida (prueba superada, porqué normalmente tampoco lo recuerda la parte interesada). Se empieza a poner un poco peliagudo el asunto cuando pregunta por las primeras impresiones; algunos coleguillas son un poco susceptibles y tienes que responder con mucho tacto (o te arriesgas a sufrir un ataque furibundo en el próximo encuentro) o simplemente decir una mentirijilla.
En un principio, estos tests intentan ser divertidos porqué la idea es ver cuántas respuestas aciertas de la otra persona; el problema surge cuando las preguntas que parecen simples e inocentes se decantan por: "te he fallado alguna vez?" o "qué me gusta menos de ti?". A ver, seamos sinceros; yo me acuerdo perfectamente del mal rollo que tuvimos durante tres meses con una de mis amigas del alma, pero también sé que ninguna de las dos lo pasó bien con ello (por lo tanto, paso palabra y me decanto por una respuesta ambigua del tipo: "ahora no me acuerdo" o "seguro que con tanto tiempo que llevamos juntas ha habido malos momentos, pero no los recuerdo").
En fin, espero que el Freud que está distribuyendo estos tests taaaaan divertidos se canse pronto.
Yo como represalia los he reenviado a los amiguetes de mi agenda :)
Los colores que más les gustan son mi especialidad y el problema de las fechas lo supero rápidamente con la agenda; después tienes que recordar en qué momento se introdujeron en tu vida (prueba superada, porqué normalmente tampoco lo recuerda la parte interesada). Se empieza a poner un poco peliagudo el asunto cuando pregunta por las primeras impresiones; algunos coleguillas son un poco susceptibles y tienes que responder con mucho tacto (o te arriesgas a sufrir un ataque furibundo en el próximo encuentro) o simplemente decir una mentirijilla.
En un principio, estos tests intentan ser divertidos porqué la idea es ver cuántas respuestas aciertas de la otra persona; el problema surge cuando las preguntas que parecen simples e inocentes se decantan por: "te he fallado alguna vez?" o "qué me gusta menos de ti?". A ver, seamos sinceros; yo me acuerdo perfectamente del mal rollo que tuvimos durante tres meses con una de mis amigas del alma, pero también sé que ninguna de las dos lo pasó bien con ello (por lo tanto, paso palabra y me decanto por una respuesta ambigua del tipo: "ahora no me acuerdo" o "seguro que con tanto tiempo que llevamos juntas ha habido malos momentos, pero no los recuerdo").
En fin, espero que el Freud que está distribuyendo estos tests taaaaan divertidos se canse pronto.
Yo como represalia los he reenviado a los amiguetes de mi agenda :)
